Su maduración mínima de 7 meses y su particular forma de pera le dan a nuestro provolene un sabor y aroma original único. Ideal para los amantes de los quesos duros, de sabor pronunciado y definido.
Corte Ideal:
Recomendamos cortarlo frío, pero servirlo a temperatura ambiente (dejándolo entre 30 minutos y 1 hora fuera de la heladera). Para degustarlo, recomendamos utilizar un cuchillo con forma de gota, que funcione como punzón, para ir desgranándolo en exquisitos trozos irregulares
Conservación:
Los quesos duros y semi-duros deben ser conservados en la heladera y envueltos en papel film para evitar que el queso se seque y contamine con otros olores. Recordar cambiar el film cada 15-20 días. Otra opción es conservarlos en un recipiente hermético